sábado, abril 06, 2013
¡Hueles a Suavitel!
- ¡Hueles a Suavitel!
- ¿Eso es bueno o es malo?
- ¡Me recuerdas a mi madre!
- ¿Eso es bueno o es malo?
¡Qué buena pregunta! Sin duda, algunos de nosotros nos habremos enfrentado a una conversación similar; aquella en la que los recuerdos están relacionados con una marca. Sin embargo, esos recuerdos no siempre se refieren propiamente al producto o servicio mencionado sino a la forma en la que lo relacionamos con nuestras vidas, con quienes nos rodean, pero sobre todo con las emociones que nos ocasionan.
Las marcas, hoy en día están preocupadas por crear un engagement, es decir un lazo emotivo entre sus productos y los consumidores a través de estrategias en las buscan convertirse en lovemarks. Desde mi personal punto de vista estas tácticas son verdaderamente funcionales, sobretodo porque a través del concepto del neuromarketing se ha podido demostrar que si hay un cumulo de sensaciones y emociones que son detonadas por la sola mención de la marca. Sin embargo, yo considero que no se puede partir de crear una emoción "de amor" por la marca sin antes hacer estudios de las razones por las que se desatan esas emociones.
Estoy convencido de que ningún consumidor se ha liberado de mencionar al menos en alguna ocasión en su vida un "amo es marca" u "odio esa marca" y creo que lo que no tiene consciente es saber en que radica ese amor u odio.
A los mercadólogos nos queda el reto de hacer todos aquellos estudios que nos permitan entender esa relación producto-odio-amor. Estudios que, dicho está de más, resultan costosísimos. Pero nuevamente apelo a las tantas enseñanzas que me dejó Arturo Olivé (mi gurú) y partamos de entender que la mercdotecnia es simplemente aplicar la lógica. Hágamos uso de la lógica con un pequeño ejercicio: cerremos los ojos por un momento y pensemos en marcas, estemos atentos a las sensaciones que ellas nos causan y escríbanme en los comentarios cuál de ellas que más aman y la que más odian.
Dejo el final de la conversación:
- ¡Hueles a Suavitel!
- ¿Eso es bueno o es malo?
- ¡Me recuerdas a mi madre!
- ¿Eso es bueno o es malo?
- Mi madre es la clásica madre mexicana, sumisa, manipuladora, ventajosa, agresiva pasiva, dramática, engorrosa, chantajista, ventajosa.... ¿¡qué crees que me puedas causar tú con ése olor a suavitel!?.... Pero que te quede claro ¡a mi madre la amo por sobre todas las cosas!
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