lunes, abril 15, 2013

Si de futurizar se trata....



Era una tarde de septiembre de 1979, ¡Y no hagan cuentas! Era mi primer año de secundaria y una época en donde nuestras madres nos dejaban  ir solos a la escuela, aún cuando tuviéramos que tomar transporte público. En esa ocasión había decidido quedarme más tiempo en la escuela preparando un trabajo en equipo, por lo que todos los niños del grupo corrimos a la esquina a depositar una moneda de 20 centavos en la caseta telefónica transparente para avisar a nuestras madres que llegaríamos tarde (yo tenía que pedir el favor a una vecina que le avisara a mi mamá, pues no éramos de las familias pudientes que tuvieran una línea telefónica en casa); sin embargo, no corrí con suerte y nunca me pude comunicar.

Pasó la tarde y mientras trabajábamos yo estaba con un poco angustiado de que mi mamá estuviera preocupado de que su "pequeño cachorro" no llegara a casa. Mientras esto ocurría me cuestionaba a mi mismo "¿por qué no existe un aparato sin alambres con el cual pueda avisarle a mi mamá dónde estoy? ¿Porque no existe una caja mágica en la que con solo apretar un botón pueda indicarle a mi mamá el sitio exacto donde estoy? ¿por qué no hay algo que me permita enviarle un mensaje que aparezca en la puerta del refrigerador?".

Todo lo que aquel pequeño Gustavito de tan solo 11 años (¡insisto, no hagan cuentas!) pensaba que era imposible de existir, hoy es una realidad. Eso me hace reflexionar que, en la actualidad, lo que un niño de 11 años piense que sea necesario que existiera puede no caber ya en mi imaginación, pues la tecnología la verdad ya ha superado mis expectativas. Ya no es imposible para mi pensar que en algún tiempo podamos dictarle instrucciones  a nuestros mecanismos de comunicación solo a través de la mente (¿señales nerviosas?). Por su puesto, pienso que estos mecanismos ya estarán incrustados en nuestro cuerpo y ya no tendremos que cargarlos, ni recargarlos.

Cómo mercadólogo y publicista creo que el loving con las marcas llegará a tal grado que podremos cambiar nuestro color de piel y de ojos con "temas" que nos hagan mejor y siempre firmados por las marcas. Seremos cada vez más la personalidad de nuestros avatares y no de nuestra esencia. Lo cual suena hasta demoníaco para algunos, pero creo fervientemente que esto ocurrirá.

En fin, hoy solo era un pretexto para reflexiona y futurizar y quienes ya vivimos en el cuarto piso y nos acercamos al quinto hemos visto estos cambios vertiginosos. Para ello  hoy les dejo dos spots que me hace ver cómo es que una misma marca nos veía allá por los 70's y como nos ve ahora en plenos 2013.


No hay comentarios.: