¡Ya no quiero un jefe!

- "¿Cómo es que empezaste esto?"
- ¿La verdad? ¡Con mucho miedo e incertidumbre! No tenía idea que tendría la capacidad de hacerlo, pero la necesidad me obligó y, ¡aquí estoy!

Desde la famosa crisis de 2008, muchas de las empresas tuvieron que ir alineando sus estrategias para abaratar costos y tristemente uno de los factores más caros en las organizaciones son el Recurso Humano. Echando mano de ése principio, 2009 fue un año en el que las empresas comenzaron a adelgazar su fuerza laboral, eliminando puestos y funciones que, según algunos expertos jamás van a volver a recuperarse.

La pregunta es: ¿Y qué van a hacer esas personas que han perdido sus trabajos? Muchas de ellas, han optado por buscar incesantemente una nueva oportunidad; situación que les puede llevar varios meses lograr, y al final aceptar un trabajo que no tiene las condiciones mínimas que habían tenido en su labor anterior.

La gran mayoría de los consultores han comenzado a coincidir que la mejor forma de generar "riqueza" en este momento histórico es auto-emplearse, es decir, crear las fuentes de ingreso y por ende convertirse en emprendedores.

Emprender no es una labor sencilla, porque sin duda lo que más hace falta es la automotivación, la disciplina, la claridad de entender qué se sabe hacer y cuáles son las herramientas para hacerlo. Desde mi propia perspectiva, y acorde a mi conocimiento, hay dos cosas importantes que debe tener un emprendedor: deseos de materializar sus sueños y entereza para lograrlo.

Los obstáculos siempre estarán presentes y estos pueden ser tan grandes como el emprendedor los quiera ver, pero un obstáculo es al mismo tiempo un reto y cuando logra sortearse, las personas pueden percatarse que no eran tan complicados como parecían,  es por ello que ante cualquier formula para iniciar una empresa lo más importante, como mencioné,  es tener el  deseo y fuerza para lograrlo.
- ¿Y, qué es lo que más te motivó?
- Pensar que ya no quería estar bajo la sombra de un jefe.